Nunca he sido una persona muy interesante, y tampoco pretendo serlo ahora. No soy de esas personas que tienen siempre algún buen consejo para dar, o lecciones morales en cada frase. Nunca he escrito cosas de gran calibre -prueba visible de ello es esto- ni cosas para el recuerdo. Nunca fui buena para la oratoria. No sé escribir cosas interesantes o inteligentes por mucho que me esfuerce en escribirlas. No sé crear historias con cierto sentido de más de 7 líneas de largo. Lo más parecido a algo con calidad fueron unos cuentos de Navidad por los que gané varios certánemes del colegio con mi tierna edad de 8, 9 y 10. Eso sí, imaginación por un tubo. Canalizarla y expresarla en palabras, podríamos considerarlo como imposible. Con lo que me gusta escribir... Manda narices. Si todo sale bien podré hacerlo de la mejor manera que sé, con imágenes y música. Repito: si todo sale bien. Y no soy pesimista, soy realista. Tiene que abrirse el cielo, bajar Dios con tutú a darme unas palmaditas en la espalda, cambiar mis notas y subirme 2 puntos por asignatura, bailar claqué en una moneda de 5 céntimos y luego volver como y por donde vino. Pensándolo mejor, creo que todo saldrá bien.
Pero serás modesta, peazo mamona! Cómo me gusta lo que escribes, el que me gustes tú es ya algo que no comprendo, según tus teorías...
ResponderEliminaray, juls! :) no te quiero, qué va
(osea, me ha quedado super cursi, eh! me voy a flipar y voy a decir que tengo que practicar más el español escrito... jejeje)