lunes, 25 de mayo de 2015

¡Ay Carmena!

    Hace 4 años años ya del 15M. Hace 4 años nos juntamos en las plazas para exigir un cambio, para luchar por el fin de una política corrupta y desigual. Hace 4 años salimos a la calle millones de personas, fuimos llamados "perroflautas" y se nos retó a presentarnos a las elecciones en vez de "quejarnos y ser antisistema". En las Municipales y Autonómicas de 2011, la idea del 15M parecía no haber calado por los resultados obtenidos. Pero no ha sido así. En 2015 hemos logrado una victoria prácticamente impensable en 2011, a nivel autonómico y local. 

   Ayer, 24M, me pasé pegada al televisor y a las redes todo el día siguiendo minuto a minuto las encuestas y el escrutinio. Esa emoción que tuve hace cuatro años y que creí que había perdido por las políticas llevadas a cabo y la aparente falta de movilización y actividad por parte de los "perroflautas", volvió a inundarme con más fuerza aún. La victoria de Ada Colau en Barcelona, y sobretodo la de la maravillosa Manuela Carmena en Madrid, hicieron que se me saltaran las lágrimas. Esta ha sido la prueba definitiva para mí de que un cambio es posible, y que somos NOSOTROS, el pueblo, los ciudadanos, los responsables de ello. La verdadera victoria no es tanto los resultados positivos de la izquierda, sino los resultados tan negativos de la derecha y del bipartidismo. El PP, que lleva gobernando con mayoría absoluta demasiados años en demasiadas comunidades, se ve ahora desbancado por la unidad popular u obligado a pactar con partidos como Ciudadanos. Sea como sea, se acabó la hegemonía de los corruptos y ladrones. 

    Aún queda muchísimo camino por recorrer, pero que una nueva fuerza política haya tumbado a los dos partidos que llevan robando este país tantos años es lo que nos tiene que impulsar a seguir luchando por nuestros derechos y libertades.

   Esto va dedicado a todos los que decían que no sirve de nada protestar. A los que se abstienen de votar porque "total, todo va a seguir igual". A los que no creen en el cambio. A los que no creen en la democracia (aunque todos sabemos que está lejos de ser perfecta). Por favor, sed conscientes de lo importante que es vuestro voto, se lo deis a quien se lo deis. Manifestaos, hablad, luchad por aquello en lo que creéis. Se lo debemos a la gente que dio su vida por que todos y TODAS tuviésemos derecho a dar nuestra opinión de manera legal y que contase lo mismo la de un ricachón burgués a la del trabajador más humilde.

    Gracias por seguir vivo, país. Gracias a todos los que habéis votado. Gracias por hacerme recuperar la ilusión. Gracias. Gracias, de verdad.
 
 (Y a los fascistas redomados que siguen votando a la FE de las JONS, un saludito.)





domingo, 26 de abril de 2015

Hoy.

*A leer cada día del resto de tu vida*

Hoy me escribo a mí, en vez de a ti, o a él, o a ella, o a vosotros.
Hoy me escribo a mí misma porque no recuerdo haberlo hecho nunca. El foco siempre fuera, como un faro, sin ver lo que hay dentro. 
Hoy me escribo a mí misma porque por primera vez me veo los pies.

Hoy me propongo pasarme mis 22 años dedicados a mí misma. Me lo debo. Me debo un año sabático sin auto pisotearme. Me debo un año de dejar de rascarme las costras de las heridas, y dejar que se caigan por sí solas, para que curen mejor y no dejen marca. Me debo un año de no tirarme a mí misma por el fango. Me debo un año de quererme, cuidarme y respetarme. Me lo debo y se lo debo a los demás.

Hoy me perdono a mí misma los millones de errores que cometí en todos estos años. Hoy dejo de castigarme, puesto que aprendí de cada uno de ellos a no volver a cometerlos.
Hoy perdono a los demás, porque quien me hizo daño sin pretenderlo no tiene culpa alguna y el que lo hizo a propósito me ayudó a detectar mejor a la gente que quiero a mi lado y a la que no.
Hoy dejo a un lado la culpabilidad de no saber, porque ahora entiendo que nadie nace sabiendo.
Hoy me permito a mí misma elegir y equivocarme todas las veces que sean necesarias.
Hoy valoro todo el esfuerzo que he hecho para llegar hasta aquí. He bajado a los infiernos y he vuelto, con Virgilio como guía pero he descendido sola por sus nueve círculos.Y es algo que he de reconocerme.
Hoy amo más que nunca a los que he amado siempre, porque al fin veo con claridad lo que son, lo que han sido, lo que me han dado, lo que me han pedido. Hoy les amo por todo lo que tienen y todo lo que les falta, por sus luces y por sus sombras.
Hoy acepto la vida tal y como es, porque me acepto tal y como soy.
Hoy voy a dejar que el universo me sorprenda. Que me traiga lo que me tenga que traer.
Hoy no tengo miedo a pasarlo mal, porque sé todo lo que se le puede extraer al dolor, y lo necesario que resulta a veces para aprender, entender y mejorar.

Hoy, sin motivo aparente, es un gran día. 

Para lo bueno y para lo malo, no tienen por qué pasar grandes cosas fuera para que pasen grandes cosas dentro.



Si es que no hay quien me aguante cuando me pongo cursi.


viernes, 20 de febrero de 2015

Azul cerúleo.


     Me gusta verla caminar delante de mí porque así paso de ser protagonista de nuestra historia febril a mero espectador de desastres. Nuestra historia, que es de todo menos de amor. Como siempre, va varios pasos por delante, haciendo una perfecta metáfora sobre nosotros. La oigo murmurar insultos, jurar en arameo sobre mi desgraciada cabeza. Quizá incluso va gritando, pero yo no me entero. Yo ya nunca me entero de nada.
    Recuerdo que cuando la conocí me pareció una tía rara de cojones. Nunca tuvimos nada en común, pero como buenos seres humanos camicaces saltamos al vacío de las relaciones sin amor y las sábanas con compañía. Supongo que terminamos por habituarnos el uno al otro. Puede que llegásemos a querernos. Eso habría que preguntárselo a ella, que es la que sabe descifrar el alma.
    Dice que no la entiendo, y razón no le falta. Creo que no existe persona, animal, objeto, deidad ni Cristo que lo fundó que pueda llegar a entenderla. Y mucho menos yo. Pero que alguien me explique cómo cojones puede uno entender aquello que no está hecho para ser entendido. Ella es más cosas de las que alguien pueda llegar a contabilizar. Ella es lo que yo nunca seré. Ella es Todo. Y eso supongo que habría que reconocérselo.
    Dice que no la quiero, y razón no le falta. No porque no haya querido quererla, sino porque no he sabido hacerlo. Y que alguien me explique cómo cojones puede uno querer a la inmensidad y no desaparecer en ella.
    La recuerdo, porque es lo único que puedo hacer con ella.

lunes, 12 de enero de 2015

Imposiblemente probable.



"Colocó encima de su mesa de trabajo una reproducción de la Céfora, como si fuera una fotografía de Odette. Admiraba los ojos grandes, el rostro delicado, donde se adivinaba la imperfección del cutis, los maravillosos bucles en que caía el pelo por las cansadas mejillas, y adaptando lo que hasta entonces le parecía hermoso de modo estético a la idea de una mujer de verdad, lo transformaba en méritos físicos que se felicitaba de encontrar todos juntos en un ser que podía ser suyo. Esa vaga simpatía que nos atrae hacia la obra maestra que estamos mirando, ahora que él conocía el original de carne de la Céfora, se convertía en deseo, que suplía al que no supo inspirarle al principio el cuerpo de Odette. Cuando se estaba mucho rato mirando al Botticelli pensaba luego en el Botticelli suyo, que le parecía aún más hermoso, y al apretar contra el pecho la fotografía de Céfora, se le figuraba que abrazaba a Odette."

Por el camino de Swann- Marcel Proust