martes, 6 de julio de 2010

Mariposas.

Sonrío cada vez que lo recuerdo y créeme que es muy raro, hay veces que muerdo mi mano para ver si fue soñado. Y es que me he imaginado tantas veces contigo que cuando al fin te tuve enfrente solo pude estar callado.
Entré con lo justo en la cartera y salí con el alma llena y eso no lo paga una moneda ni lo hace cualquiera, di de que manera
o forma conseguiste que por ti rompiese mis normas.
Y el típico chico que fue a la barra del bar pidió una copa, vio tu cara y quedó "bocas" sin más, era un manojo de nervios manejados por tu cuerpo, gestos lentos, poesía en movimiento.
Y no es un cuento si te cuento que mi rostro era un poema, que el pasado ya es historia, el presente un regalo, morena. Y del futuro no sé que será pero será a tu lado, yo seré algo tuyo y tu mi eternidad.

La ilusión conlleva el miedo y el miedo temor, pero he guardado mis fantasmas dentro de un cajón. Si el daño es esto moriré de este dolor, que he estado muchos años sin saber que era el amor. Qué decir si todo fluye... Que te quiero, ¿no? O que eres un cielo por llevarme hasta las nubes. Yo pienso que hay cosas que decirlas no hace falta. pero lo que siento niña te lo dejo en esta carta, o en voz alta hasta dejarme la garganta... Que me encantas...

Y paradojas de este mundo: estudias para salvar vidas y a mi me matas si me miras en segundos. Si estamos juntos lo del tiempo es relativo: si no estás transcurre lento y a tu lado es un suspiro. Ay, destino... De ti no supe hasta hace poco pero desde crío, creo, te conozco y vas conmigo... Será que un fino hilo nos unió dándonos cuerda, así que agárrate con fuerza y disfrutemos del camino. Cariño, no sé qué verás en mí pero no importa mientras sea el que ocupa la pupa de nuestra pompa un niño que trabaja de albañil sobre tu boca y forma la curva que dibuja tu sonrisa tonta. Eres mi otra parte, mi "yang", aquello que encontré cuando me cansé de tanto buscar. Y ya del mañana no se que será pero yo sé que enamorados seremos uno en el más allá....

La ilusión conlleva el miedo y el miedo temor, pero he guardado mis fantasmas dentro de un cajón. Si el daño es esto moriré de este dolor que he estado muchos años sin saber que era el amor. Qué decir si todo fluye... Que te quiero, ¿no? O que eres un cielo por llevarme hasta las nubes. Yo pienso que no hace falta decir estas cosas pero al verte sentí dentro mariposas.

Y si mí "siempre" comenzó en el día en que te conocí, no me haré responsable del ayer pero de hoy sí. De las horas que te debo de cosquillas -más de mil-, de esa risa que se agarra a tu costillas de marfil. De llorar por ser feliz, de viajar hasta en patín, de tocar el arpa con tu espalda y del desliz de aquel beso que en tu mejilla se deslizó para llevarme en tus labios a otro mundo mejor...

"Gracias por existir, mi amor..."


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