sábado, 8 de octubre de 2011

I promise you this, a little's enough

La vida se ve distinta cuando vas a 120 kilómetros por hora, con la ventanilla bajada y manteniendo una conversación absurda sobre cualquier tema de la actualidad más rabiosa del mundo (es un marco incomparable). El absurdo intento inicial de mantener el pelo más o menos en su sitio, y acabar sucumbiendo al despreocupado acto de no hacer nada al respecto. Estirar el brazo y... El mundo cambia, ya lo creo. No sé si soy la única que a veces se cree que está en un videoclip, o en una escena de alguna patética romcom sin presupuesto o ganas por parte del director de hacer algo más allá que una deposición vacuna de proporciones épicas. Ese momento en el que suena una canción, y la mente viaja por los lugares más recónditos de su memoria (o no tan recónditos) recopilando todos aquellos recuerdos que le evoca esa melodía.......... *

Taza. Tetera. Tiburón. Tasador. Tontería. Teta. Turuleta. Turgente. Tifoideo. Topo. Taxi. Torta. Torre. Monta, que te llevo al Sol. ¿Cómo sería vivir en una ballena? Talones suaves como las mantas del Natura. Mejor encomendarse a Sana Rita, por lo que pudiera pasar. Agua a 40 ºC, combustión espontánea y el frío tacto de los azulejos. La una de la mañana, las dos, las tres... Amanecer (o más bien atardecer) con el pijama a modo de costra. ¿Capaz o incapaz? Batallas de pokémon antes de ir a no dormir. La cabeza en el hueco entre el trapecio y el deltoide, siguiendo con el pie el ritmo cardiaco. La piel de gallina, y si me apuras, de gallo alfa. ¿Sabéis lo que es reírse hasta que se te desencaja la mandíbula, literalmente? El cielo de Madrid es realmente un manto de contaminación, aunque pueden verse un par de estrellas chulescas que a pesar de ello quieren ser vistas. Menudo mecanismo de enganche el de los sujetadores, oiga. Un coche no es el mejor escenario para una exhibición de malabares, o para una feria medieval siquiera. Cachimba, dulce invento de los dioses. Narices. Victor Jorgensen tenía buen ojo. El orden lógico sería primero mear... y luego lo que venga. La metafísica como tema de conversación banal es apropiada en cualquier momento y situación. There's nothing sweeter than you!

Y no digo más porque mi compasión aún supera mi incontinencia verbal (exacto... aún).
5 y media de la mañana.
Me voy al pasillo. A... vomitar... por otra cosa.


*Habréis notado que los puntos suspensivos pretenden generar algún tipo de expectación, aunque sea claramente en vano. Y digo esto, pequeños parásitos, porque no entenderéis ni la misa la media. Y ese es exactamente el propósito.


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