jueves, 23 de septiembre de 2010

Y a veces me estampo más ancho que largo


Esta he sido yo desde el domingo. Si, mi osito también ha sufrido, por solidaridad -chico, amigos for life-. Depués de estos días con 39º de fiebre, un quiste morado/negro en una amígdala recubierta de placas (cuya gemela también se solidarizó y juntas decidieron emanar mucosidades), con menos de medio centímetro para tragar la comida que no fui capaz de comer, y con una inyección en el costado que me paralizó la pierna derecha, quiero decir adiós.
Tranquilos, tranquilos! A mí me vais a tener que soportar unos cuantos añitos más. Quiero decir adiós, en primer lugar a los 2 kilitos que se han ido con los de Servicios Sociales, por no cuidarles bien. Decirle adiós a la placa blanquecina del tamaño de mi cabeza que habita en mi garganta, que poco a poco también está huyendo. Adiós a los mocos (há! ni una noche más sin dormir). Adiós a mi quistito todavía no, porque parece que aunque la placa se aposentó encima de él se va a quedar ahí todavía un tiempito más (tch, que soy una gran anfitriona, me hago querer). Pero... Adiós al posible causante de todo esto. A mis terribles ganas de correr. A mis impulsos (puntualizo: SOLO a los de este tipo. Qué sería yo sin impulsos, por favor), que antes va la salud. Era cuestión de tiempo. Pero he aprendido. Así que este adiós sea con cierto toque de agradecimiento. Es decir, Universo, podías haber sido un poco más sutil para hacerme entender las cosas, pero las he entendido. Por fin, las he entendido.
Toca un cambio. No sé cuánto tardará en producirse, pero lo habrá. Grande. Ya ha empezado, aquí dentro. Y me siento como nunca.
Gracias, bacterias.
Y gracias por liberarme de ellas, Agustín :)

Optimista!
http://www.youtube.com/watch?v=uz-2SqdFEcY
Oye tú! Te tienes que pavonear (8)

Qué grandes Alamedadosoulna...

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